Mi compi Juana Mari me ha traido un ramito de albahaca de su huerto que huele que es un primor, con el que he preparado un aceite de albahaca que va a alegrar todos los platos de pasta de la semana. Como no podía esperar para probarlo, he preparado un rápido milhojas caprese para la cena de hoy, en la que he aprovechado para utilizar las esferificaciones de vinagre balsámico que tenía preparadas del día anterior (para el que aún no las haya preparado, con un chorrito de balsámico, podemos acabar el plato igual de bien).
El resultado, fresco, ligero, y muy facilito.
INGREDIENTES por persona
1 tomate
4-5 rodajas de mozarella
Aceite de oliva virgen
Un manojo de albahaca fresca
PREPARACIÓN.
La preparación, no tiene ningún truco.
Para el aceite de albahaca, lavamos y trituramos la albahaca fresca con la picadora de la batidora, añadimos aceite de oliva virgen al recipiente y emulsionamos con la misma picadora durante un par de segundos. Metemos la preparación en un biberón y listo para usar. Se conserva en la nevera durante varios días y podemos usarlo para cualquier plato de pasta que preparemos.
Cortamos el tomate lavado y la bola de mozarella en rodajas. Vamos montando nuestro milhojas poniendo una capa de cada. Ponemos un pellizquito de sal, un chorrito de aceite de albahaca y coronamos nuestro milhojas con vinagre balsámico (en mi caso las perlitas que le dan un toque especial).
Nos sirve como entrante para cualquier cena que tengamos que preparar, y es muy práctico porque podemos preparar raciones individuales.
CONSEJO: Intentaremos trabajar siempre los tomates a temperatura ambiente. Si los servimos recién salidos de la nevera, los azúcares que contiene el tomate se han cristalizado con el frío, y este pierde casi todo su sabor.
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