Hoy os traigo una receta para hacer que vuestros peques adoren las espinacas, tan importantes en nuestra dieta. Se trata de una variante de las clásicas espinacas a la crema, que prepararemos con leche evaporada en lugar de con nata o bechamel y así nos quedarán más ligeras, pero cremosas por la leche evaporada, crujientes por el queso gratinado y sabrosas por el bacon. Vamos, que ni se darán cuenta que están comiendo espinacas!
Se preparan en un momento y no tienen truco, así que podeis prepararlas como entrante o guarnición de cualquier plato de carne o pescado. Mirad que fácil!
INGREDIENTES
250 gr de espinacas crudas troceadas y lavadas
2 dientes de ajo
50 gr de bacon en tiras o jamón en taquitos para cocinar.
1/2 bote de leche evaporada
1 cucharada sopera de harina
1 cucharada sopera de harina
Queso emmental para gratinar
Sal
Pimienta negra
Aceite de oliva
PREPARACIÓN
Laminamos los ajos y los sofreimos en una sartén con aceite caliente. Añadimos el bacon y esperamos que se dore. Incorporamos las espinacas troceadas, salpimentamos y mezclamos bien. Alucinareis como reducen su volumen, las espinacas se quedan en nada, así que inicialmente no os sorprenda si no os caben las espinacas en la sartén. Añadimos la cucharada sopera de harina, y seguimos removiendo. A continuación vamos incorporando la leche evaporada poco a poco, no todo el bote, sólo la que admita, hasta que las espinacas liguen con la salsa. Podemos corregir de sal y/o pimienta si es necesario.
Pasamos las espinacas a una cazuela de barro y espolvoreamos generosamente con queso rallado. Gratinamos en el horno y servimos caliente. Riquísimas!!!
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