No sabeis el gustirrinin que me da cuando oigo eso de... esto lo puedes volver a hacer cuando quieras eh????? Pues mi Joanet, que es de sabores intensos, hasta el punto de destrozarme alguna comida con especias que no pegan ni con cola, vio la luz cuando preparé la otra noche este dip de hummus con unos garbanzos de bote que me habían sobrado de una ensalada de verano.
Y es que este plato típico de Oriente Medio, saludable y completo como él solo, se puede comer acompañado de crudités (bastoncitos de zanahoria, apio, pepino), untado en pan árabe, o en plan alioli untado en pan normal. Está rico de cualquier forma. La versión de mi casa de comérselo a cucharadas no me acabó de convencer, por mucho que me sacara una sonrisa.
INGREDIENTES:
Un bote de 400 gr de garbanzos cocidos
Zumo de medio limón
2 dientes de ajo
1 cucharada de sésamo tostado
1 cucharadita de comino
1 cucharada de cilantro
1 cucharada de pimentón
Pimienta molida
La puntita de una cucharadita de canela
Sal al gusto.
50 ml de aceite de oliva virgen.
PREPARACIÓN
Escurrir los garbanzos cocidos, lavar con abundante agua hasta que dejen de sacar espuma. Reservar.
Laminar los dientes de ajo e incorporar en el vaso de la batidora. Añadir los garbanzos y las especias. Finalmente incorporar el aceite de oliva para facilitar la emulsión. A batir. La textura dependerá del gusto de cada uno, a mi no me gustan los tropezones, pero tampoco creo que deba quedar como una crema demasiado fina, pero para gustos colores.
La verdad es que el gusto es sorprendente para los sentidos.
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