viernes, 6 de junio de 2014

BIZCOCHO DE ARANDANOS NEGROS (BLACKBERRY CAKE)


Esta semana encontré en el Lidl una oferta de arándanos negros y sin saber muy bien para que, compré dos paquetitos. Con uno de ellos hize un batido de leche de soja con arándanos que adquirió una textura muy sospechosa al poco rato, así que decidí no desperdiciar el otro y me he marcado un bizcochito de merienda muy apañado. 

Los arándanos son un fruto rico en antioxidantes y con propiedades antibacterianas, favoreciendo el funcionamiento de los riñones y tracto urinario en general. Está riquísimo en zumo, aunque te deja esa sensación áspera al final tan típica de los frutos del bosque. Si no disponemos de arándanos, que en ocasiones no son fáciles de encontrar, podemos sustituirlos por unas frambuesas, cerezas, (deshuesadas por supuesto, jjj), o incluso con trocitos de manzana. Este bizcocho no queda demasiado dulce, y se agradece el crujiente que le da la cobertura o streusel. Ideal acompañado de un té con leche. 


INGREDIENTES para 9 raciones (molde de 22 x 22) para mayores cantidades duplicar cantidad de ingredientes. 
2 huevos tamaño L a temperatura ambiente.
140 gr harina de repostería
40 ml aceite girasol
130 gr azúcar
150 gr de arándanos negros (frescos o congelados)
1/2 sobre de levadura química
75 ml leche evaporada (se puede sustituir por 1/2 yogur natural)
1 pellizco de sal
Ralladura de un limón
1 cucharada de extracto de vainilla

PARA LA COBERTURA CRUJIENTE (STREUSEL)
1 cucharada de canela
25 gr de mantequilla a temperatura ambiente
3 cucharadas soperas de azúcar
1 pellizco de nuez moscada
50 gr de harina


PREPARACIÓN
Batimos los huevos a temperatura ambiente (importante, porque si no no se montan igual), junto con el azúcar durante tres minutos con la batidora de varillas, hasta que espumen bien y doblen su volumen. Añadimos la leche evaporada o el yogur y a continuación el aceite, poco a poco mientras seguimos batiendo. Incorporamos una cucharada de extracto de vainilla y la ralladura de un limón. 

Ahora vamos a preparar los ingredientes secos. Mezclamos la harina (que habremos tamizado previamente) con medio sobre de levadura y un pellizco de sal. Lo removemos bien con un tenedor. Añadiremos los ingredientes secos al cuenco donde tenemos la mezcla de huevos y azúcar en tres veces, (véase, 1/3 de harina, batimos, 1/3 de harina, batimos y 1/3 de harina y batimos). 

Dejamos preparado también el streusel o cobertura crujiente. En un cuenco, mezclamos todos los ingredientes con las manos bien limpias. La textura que tiene que tener es como de una arena con grumitos. Podemos ir añadiendo más harina poco a poco hasta conseguir la textura deseada

Lavamos y secamos los arándanos con un papel de cocina. Si usamos arándanos congelados, los añadiremos a la masa directamente sin descongelar, porque su estructura es más débil y si los descongelamos, al incorporarlos a la masa se irán rompiendo y nos acabarán tiñendo toda la masa de color morado. Si usamos arándanos frescos, los lavamos, secamos, descartamos los que estén rotos y los ponemos en un cuenco. Espolvoreamos harina generosamente y los embadurnamos bien en ella. Esto hará que los arándanos no se vayan todos al fondo del bizcocho durante la cocción. Este sistema no es infalible, pero ayuda bastante, (dependerá del tamaño de los arándanos). 


Engrasamos un molde, yo usé uno cuadrado de 22 x 22, lo enharinamos y podemos cubrir el fondo con papel de horno para evitar que se nos pegue. Vertemos la masa, le repartimos los arándanos por encima y cubrimos con el streusel toda la superficie. 

Precalentamos el horno a 180º y horneamos entre 30 y 40 minutos. Comprobamos con la brocheta que el bizcocho esté listo. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar. Una vez enfriado los cortamos en cuadraditos y ya los podemos servir.

Bon profit






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