TORTA DE HIGOS CON JAMÓN Y RÚCULA

Tenemos que aprovechar los ingredientes que nos ofrece cada estación y los higos son un básico en verano. Son una fuente importante de energía que nos da mucho juego en la cocina, ya que nos permite utilizarlo en panes, postres, mermeladas e incluso platos principales o entrantes como el que os enseño hoy. 

El plato de hoy es una explosión de sabores. Una torta de higos con jamón y rúcula. En un bocado encontraremos todos los sabores básicos; el dulce de los higos y la cebolla caramelizada, el salado del queso y el jamón, el amargo de la rúcula y el ácido del vinagre. No hace falta añadirle nada, ni sal, ni aceite.  Se prepara en diez minutos y dejará a nuestros comensales boquiabiertos.. Sólo le falta una copita de vino para que sea perfecto. 

INGREDIENTES

12 Obleas de empanadilla (se puede hacer igual de bien con hojaldre, pero yo ya tenía empezado el paquete y quise aprovecharlo)

5 higos

50 gr jamón serrano

Cebolla caramelizada (ver receta)

Reducción vinagre balsámico (se puede hacer en casa, pero yo ya lo he comprado preparado)

Queso de untar 

PREPARACIÓN

Horneamos las obleas hasta que se doren ligeramente, suelen estar listas en 4 o 5 minutos. Conviene que las pinchemos previamente, porque aunque no es una masa como el hojaldre que tienda a subir mucho, se pueden formar burbujas de aire y estropearnos la presentación. 

Las sacamos y reservamos. No importa si nos han quedado algo irregulares o no están completamente planas, es un plato de verano y se presenta de forma algo rústica, ahí está el encanto..

Cuando se hayan templado las obleas, colocamos sobre cada una de ellas un poco de queso de untar (yo usé queso de untar al camembert, pero se puede usar uno más neutro o incluso uno más fuerte como un queso de cabra, ya que el queso le dará un poco de jugosidad a nuestro entrante,... todo depende de si os gustan los sabores fuertes o preferís suavizar el conjunto.).

Cortamos el jamón serrano en trocitos pequeños o lo desmigamos ligeramente y lo ponemos sobre el queso. Añadimos un poquito de cebolla caramelizada (sin abusar que tiene un gusto bastante pronunciado) y unas hojas de rúcula. Acabamos nuestro entrante con unos trocitos de higo y unas gotas de reducción de vinagre balsámico. A que sólo verlo ya huele a verano?