Ya estamos de vuelta!! Han sido unas vacaciones inolvidables y muy impactantes. Asia es un continente genial, su gente, sus paisajes, su deliciosa comida por supuesto.. Ver lo feliz que parece la gente con tan poquito te impresiona y hace que te replantees muchas cosas. Como era de esperar he venido cargadita de libros de cocina thailandesa, especias y otros potingues culinarios varios. No se porque, aunque aquí ya se puede conseguir casi todo, parece que si cargas un par de miles de km con ellos a cuestas tienen que saber mejor.
Lo primero darle las gracias a Paula del blog Tomillo y Canela por el premio que me ha dado.. y que ahora mismito me pongo a colgarlo.
Como recetita de bienvenida os traigo una tarta de queso fresco con mermelada de papaya que ha sido un exitazo rotundo... La foto la saqué por los pelos, porque voló en cinco minutos, así que no os la perdais!!. Yo usé mermelada de papaya que encontré en un super de productos latinos, pero podeis usar cualquiera que os guste.. la idea era cambiar de la típica de arándanos que vemos siempre y el resultado con esta fue sorprendente!
INGREDIENTES
Para la masa:
200 gr. de galletas tipo María
100 gr de mantequilla
1 cucharadita de café de canela (opcional)
Para el relleno
2 paquetes de queso fresco estilo philadelphia
1 bote pequeño de nata para montar de 200 ml
60 gr de azúcar
6 láminas de gelatina neutra
Zumo de medio limón
Para la cobertura
Medio bote de mermelada (yo usé de papaya, con la de mango también queda deliciosa)
3 hojas de gelatina neutra
PREPARACIÓN
Trituramos las galletas. Podemos hacerlo con la picadora que viene con la batidora de mano, con la THX o si no disponemos de ninguna de estas opciones, metemos las galletas en una bolsa y las chafamos con una botella hasta que queden bien picaditas. Mezclamos con la mantequilla que habremos fundido ligeramente en el microondas, pero tenemos que vigilar que no hierva, así que lo pondremos a intervalos de 15 segundos, hasta que la mantequilla quede bien flojita. Mezclamos bien y si queremos añadimos la cucharadita de canela molida.
En un molde redondo desmontable ponemos un papel antiadherente en el fondo (hará más fácil desmoldar la tarta) y vertemos la galleta en el fondo, presionando bien y procurando que quede homogéneamente repartida. Cuando hayamos compactado la galleta, guardamos el molde en la nevera mientras preparamos el relleno para que adquiera firmeza.
RELLENO
Ponemos en un cazo el queso, la nata y el azúcar y calentamos, removiendo constantemente para que se integren bien los ingredientes. Cuando rompa a hervir la mezcla apartamos del fuego e incorporamos las hojas de gelatina neutra que habremos hidratado previamente en agua fría hasta que se reblandezcan. Escurrimos bien la gelatina y la añadimos a la mezcla. Mezclamos rápidamente y añadimos el zumo de medio limón.
Sacamos el molde del congelador y vertemos la mezcla. Volvemos a refrigerar unas 5 horas hasta que el relleno cuaje bien.
COBERTURA
Calentamos la mermelada en un cazo, removiendo para que se diluya un poco. Mientras, hidratamos 3 hojas de gelatina en agua fría. Cuando la mermelada esté bien caliente, escurrimos las hojas de gelatina y las vertemos dentro de la mermelada. Mezclamos bien con unas varillas.
Sacamos la tarta del frigorífico y vertemos la cobertura sobre la mezcla de queso que ya estará cuajada. Al estar caliente se distribuirá fácilmente sobre la superficie de la tarta. Cubrimos totalmente la superficie y dejamos cuajar en la nevera unas 3 horas más.
CONSEJOS
Esta tarta está perfecta de un día para otro y admite congelación así que no hay excusas para no prepararla.
Probad con sabores nuevos que sorprendan a vuestros comensales, hay infinidad de mermeladas que os darán un montón de juego, a mi me encantan las tropicales como la de mango o papaya, que hacen que la tarta resulte muy ligera y nada empalagosa. Para los más golosos se puede preparar también con una cobertura de membrillo, con mermelada de higos, ... dejad volar la imaginación y probad cosas nuevas!!